sábado, 25 de febrero de 2017

Emoción y conocimiento

El funcionamiento del cerebro hoy nos lo enseña la ciencia del mismo, la Neurociencia. No hay razón, ni sensorialidad, ni conducta, sin emoción. No se puede aprender ni memorizar nada más que aquello que se ama, aquello que te emociona, que te dice algo; aquello que sobresale de la monotonía. La emoción enciende la curiosidad y con ello la atención. Y sin ello no hay conocimiento. Como he declarado de modo muy reciente en otra entrevista, los mecanismos de la emoción embeben todas las funciones del cerebro, incluido el propio pensamiento. Sin emoción no hay conocimiento pues la emoción es la energía que mueve el mundo. Ni tan siquiera podrías estar vivo sin emoción. Entender esto bien es el gran capítulo de la enseñanza hoy.

Francisco Mora, experto en neuro-educación

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miércoles, 1 de febrero de 2017

16 hábitos de personas con alta inteligencia emocional

Recojo aquí estos puntos que escribe Ana Vico en su página web sobre la Inteligencia Emocional


1 Reconocen sus sentimientos y los de los demás
Tienen un amplio vocabulario emocional que les ayuda a saber expresar exactamente cómo se sienten y ponerlo en palabras. Además, tienen lo que llamaríamos “empatía”, es decir, ponerse en los zapatos de la otra persona y sentir lo que siente el otro. Reconocen las expresiones y el lenguaje no verbal de las demás personas para interpretar qué es lo que sienten y sacar toda la información posible de ello.

2 Expresan correctamente sus emociones y sus pensamientos
Al reconocer las emociones y los sentimientos propios es más fácil que sepan qué tienen que hacer o cómo tienen que comportarse. En este sentido, expresan sus emociones y sus pensamientos de una manera más honesta consigo mismos y con los demás. No se callan sus emociones, las escuchan y conocen qué quiere decir cada emoción en cada contexto. Saben regular la intensidad de sus emociones y expresarlas en la forma justa, tal y como ellos quieren. Son los dueños de su expresión emocional, no meros peleles a merced de sus emociones desbocadas.

3 Son fuertes y no se ofenden con facilidad
La personas con alta inteligencia emocional se caracterizan por tener una personalidad firme y no tomarse demasiado a pecho los comentarios ajenos. No se llevan las amenazas a lo personal y saben diferenciar entre hechos y opiniones. Diferencian las críticas constructivas de las críticas que sólo pretenden hundirlos y saben alejarse de comentarios despectivos que sólo traen destrucción. Saben distinguir entre los ataques y cómo reaccionan ante esos ataques y deciden hacerlo de la forma menos dolorosa para ellos mismos.

4 Reconocen cuando se equivocan y rectifican
Equivocarse es innato al ser humano y a todo proceso de aprendizaje. Las personas con alta inteligencia emocional aprenden de los errores en vez de sentirse víctimas. También piden perdón cuando es necesario si han hecho algo que ha podido afectar a otras personas de manera negativa. Piden perdón de corazón y perdonan.
Reconocen sus errores humildemente e intentan poner en marcha todo lo necesario para subsanar el daño o mejorar la situación. No se obcecan con una idea y se hunden con el barco, sino que están abiertos a nuevas ideas y opiniones teniendo en cuenta que son ellos los que pueden estar equivocados.

5 No buscan la perfección
Saben que nadie es perfecto y que la perfección es una ilusión que lleva a tener expectativas demasiado distorsionadas respecto de la realidad. No persiguen hacerlo todo bien a la primera. Saben que todo forma parte del proceso de aprendizaje y que errar es humano. La perfección es una trampa, una manera de retenerte y mantenerte en la parálisis por el análisis. Lo mejor es enemigo de lo bueno.


6 Se cuidan y saben lo importante que es la salud
Duermen lo suficiente, hacen deporte, se alimentan bien, mantienen relaciones sanas, se alejan de los problemas, buscan el bienestar… Saben qué conductas les benefician y no dudan en hacerlas. Saben a dónde le conduce tener apatía en sus vidas y son conscientes de que sólo tenemos un cuerpo y una vida. Como decían los griegos, Mens sana in corpore sano (“una mente sana en un cuerpo sano”). Toda persona con alta inteligencia emocional cuidará su cuerpo de la misma manera.

7 Se enfocan en lo positivo, aun en la adversidad
Las personas altamente inteligentes emocionalmente son conscientes de su entorno y no se centran demasiado tiempo en lo negativo. Prefieren mantener el foco en lo positivo de cada situación, incluso cuando tienen problemas. Practican la disociación y ven la situación desde distintos puntos de vista para encontrar una solución. No se agobian con los problemas y se hunden sino que ponen todas sus energías en aquello que pueden hacer para resolver la situación, aquello que sí depende de ellos y que tienen bajo control. Ante toda dificultad, existe algo positivo en lo que enfocarse.

8 Se rodean de gente alegre y con buenas vibraciones
“Dime con quien andas y te diré quién eres” es algo que tienen claro las personas con alta inteligencia emocional, por eso se relacionan con gente soñadora, personas optimistas y con energía positiva. Se alejan de personas tóxicas y vampiros energéticos que sólo quieren arrastrarlos a su visión negativa de la vida. Al tener buenas vibraciones y rodearse de gente positiva, ven el mundo desde una perspectiva más sana y que favorece la creatividad. Suelen relacionarse con personas que sean buenas influencias y que les llenen.

9 Defienden su asertividad. Saben decir NO
Saber decir que NO es un paso de gigante si quieres aspirar a tener alta inteligencia emocional. Estas personas ponen límites cuando es necesario y defienden sus valores ante todo. La asertividad es saber decir aquello que sientes y quieres respetando tus derechos y los de los demás.

10 Aprecian y valoran lo que ya tienen
No centran su atención en aquello que les falta sino que valoran lo bien que están con lo que ya tienen. Las personas con alta inteligencia emocional tienden a evaluar positivamente su vida, sus relaciones, su trabajo y su estatus económico aunque no sea el que ellos querían. No sienten frustración por lo que aún no tienen, prefieren enfocarse en lo que han avanzado y lo que ya poseen. Valoran las experiencias que les da la vida y que les hacen ser como son.

11 Saben pasar página y no anclarse al pasado
Han aprendido a cerrar etapas y a no revivir continuamente aspectos del pasado, positivos o negativos. Viven en el presente y no se atormentan continuamente por lo que pueda venir en el futuro. Eso les lleva a sufrir menos ansiedad y estrés. Ser inteligente emocionalmente requiere saber cuándo ha terminado una etapa de tu vida y comienza otra, sin dejar de crecer por el camino.

12 Conocen sus debilidades y sus fortalezas y se mejoran continuamente
Saben cuáles son sus virtudes y sus puntos fuertes, pero también conocen profundamente cuáles son sus debilidades y sus puntos débiles. Esto viene de un proceso de autoconocimiento profundo (un conócete a ti mismo en toda regla). Las personas con alta inteligencia emocional tratan de mejorarse a sí mismos continuamente, manifiestan valores altos en resiliencia (la capacidad de reponerse tras una caída). Aun con limitaciones, no dejan de querer conseguir sus sueños y crecer por el camino.

13 No les asusta cambiar
Saben que cambiar forma parte de la vida y que negar el cambio es negar la vida misma. Abrazan la incertidumbre y aceptan que hay cosas que no pueden controlar. Agradecen las oportunidades que les brinda la vida para cambiar y reinventarse, siempre en un proceso de mejora constante. Cambiar pensamientos, formas de actuar, creencias… todo forma parte del viaje del desarrollo personal.

14 Son proactivos, no reactivos
Las personas con alta inteligencia emocional son proactivas, es decir, se mueven antes de que la situación lo exija. Proponen planes, estrategias, se plantean objetivos, etcétera. Tienen una mentalidad y una actitud de éxito, y actúan en pos de sus objetivos marcados. Miran la vida desde una perspectiva de aprendizaje, no de victimismo. De esta forma no se resignan a un papel pasivo en sus vidas sino que “cogen el toro por los cuernos” y son ellos los que escriben su destino. No esperan a que la vida mueva ficha, se mueven ellos primero.

15 Son dueños de su tiempo y deciden en qué emplean sus energías
Saben gestionar su tiempo de trabajo y su tiempo de ocio, su tiempo de estudio y su tiempo de relax. Establecen horarios, planifican tareas y definen objetivos. No les importa cancelar planes si con ese tiempo pueden hacer algo prioritario para ellos. Conocen cuáles son sus valores y los riegan continuamente. Emplean su tiempo y sus días en aquello que les apasiona y lo dan hacia los demás como un regalo.

16 Saben autogenerarse momentos de felicidad.

La felicidad no es algo externo que les viene o no les viene, la felicidad es una forma de ver la vida. Las personas con alta inteligencia emocional saben autogenerarse emociones positivas que sirvan de potenciadoras de situaciones mágicas. Manejan las emociones a su gusto y pueden elegir cómo sentirse en cada situación. De esta forma, saben generar emociones agradables que les ayuden en su día a día.
Nada está escrito y tú puedes convertirte en una persona con alta inteligencia emocional.

Las personas con alta inteligencia emocional basan su vida en estos hábitos emocionales. Vivir una vida plena no es difícil si sabes cómo hacerlo. 
Aprende a reaccionar de la manera más beneficiosa y toma las riendas de tu vida.

¿Cuántos de estos hábitos practicas ya? ¿Cuántos crees que podrías adaptar a tu vida para mejorar tu inteligencia emocional y por tanto tu vida? ¿Consideras que tienes una alta inteligencia emocional?



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Para ampliar información: http://befullness.com/habitos-personas-alta-inteligencia-emocional/